"Lo Tecnológico y lo Imaginario"

La lectura de Daniel Cabrera me pareció adecuada al contexto que hemos venido manejando en nuestra materia (nuevas tecologías), creo que es otra manera de explicar la realidad de las nuevas tecnologías y de como el ser humano cada día las adopta a su vida.

En el texto Daniel habla acerca de que el concepto nuevas tecnologías, es aquello a lo que el llama tecnologías de información y comunicación, es decir, el decir nuevas tecnologías es hablar de estos dos conceptos.

Menciona que las nuevas tecnologías son un conjunto heterogéneo de aparatos, instituciones y discursos, por lo tanto son significaciones instituidas o imaginarias, es decir, son un conjunto de todo. Son heterógenas porque implican reunión de lo diverso y distinto, son un conglomerado de la realidad formada por fragmentos de múltiples materiales unidas todas estas por la sociedad.

En general habla acerca de qué es a lo que nosotros llamamos nuevo, porque este concepto se trabaja mucho en lo que es la mercadotecnia para vender más fácil un producto, pero esto no quiere decir que en verdad sea nuevo; porque lo que para mí puede resultar nuevo, para otras personas no lo es, entonces no se estaría hablando de algo nuevo, no existe algo nuevo en realidad, tal ves es sólo un concepto, pero no se llega a convertir en realidad.

Como menciona Daniel la tecnología significa lo que aquí se estudia, mientras que lo nuevo de las tecnologías se refiere al momento que se vive, lo nuevo fundamenta la novedad del momento histórico calificado como era, entonces quiere decir que lo nuevo no se refiere a un aparato o a algo simbólico si no a la época actual.

Me pareció un texto interesante y considero que con la explicación de la maestra quedó claro, porque si maneja de repente conceptos poco entendibles a mi parecer, pero está adecuada a la materia, pero sobre todo a la realidad.

...una aplicación estrella es un uso de la tecnología tan atractivo para los consumidores que incentiva las fuerzas del mercado y hace que un invento sea indispensable, incluso aunque el inventor no lo anticipase (Gates, 1995:67)